¿Qué hay en un vaso de leche de vaca?

Bondades de la A a la Z

¡Descubre lo bueno de la leche de vaca! Tener una alimentación equilibrada en la que se incluya un vaso de leche diariamente, es una opción adecuada para ti y para tu familia ya que aporta gran variedad de nutrimentos que contribuyen a mantener tu salud; conócelos.

Proteínas:

Las proteínas de la leche de vaca son de alto valor biológico ya que contienen todos los aminoácidos indispensables y además son de alta biodisponibilidad, lo que significa que el cuerpo los aprovecha de manera más eficiente.

Vitamina A:

Es una vitamina liposoluble que se adiciona a todas las leches; una de sus funciones más importantes es que contribuye a conservar una visión sana y que te ayuda a mantener tus defensas al 100%.

Vitamina B2:

También llamada riboflavina, la cual contribuye al adecuado crecimiento y desarrollo de las células de nuestro cuerpo. Asimismo, nos ayuda a convertir los alimentos en energía para realizar todas las actividades diarias.

Calcio:

Mineral que además de ser un componente importante de los huesos y los dientes, interviene en diversas funciones del organismo, tales como contribuir a que nuestros músculos se contraigan, de ahí que ciertos órganos como el corazón y los pulmones que trabajan constantemente necesitan de este gran aliado. Además, el calcio participa en la transmisión de mensajes nerviosos en el cuerpo y en la coagulación sanguínea.

Vitamina D:

Gracias a la vitamina D, el calcio se puede fijar en nuestros huesos, contribuyendo así al mantenimiento de una masa ósea fuerte y, en un futuro, a la prevención de la osteoporosis. Cuando nos exponemos directamente a la luz solar, también obtenemos esta vitamina.

Fósforo:

Un vaso de leche contiene una relación equilibrada entre el calcio y el fósforo, lo que propicia que el calcio sea de alta biodisponibilidad, es decir que el cuerpo lo aprovecha mejor.

Lípidos:

Los lípidos que se encuentran en la leche son una buena fuente de energía y además ayudan al transporte de las vitaminas como la A, D, y E; todas ellas importantes para el cuerpo humano. La cantidad de lípidos en la leche varía dependiendo de su tipo, es decir, si es entera, semidescremada o descremada; la recomendación es elegir la que responda mejor a tus necesidades.

Lactosa:

Azúcar natural de la leche formada por glucosa y galactosa. La lactosa puede ayudar a que el calcio de la leche se aproveche mejor. Además, es un nutrimento importante para la microbiota intestinal, es decir, las bacterias benéficas que tenemos en el intestino. La intolerancia a la lactosa puede ser una razón por la cual el consumo de lácteos se llega a limitar. Sin embargo, afortunadamente existen en el mercado productos deslactosados o sin lactosa, que permiten que las personas sigan disfrutando de la leche y sus beneficios sin presentar los síntomas característicos de la intolerancia a la lactosa.

Magnesio:

El magnesio es necesario para más de 300 reacciones bioquímicas en el cuerpo. Ayuda a mantener el funcionamiento normal de los músculos y los nervios, brinda soporte a nuestro sistema inmunitario, mantiene constantes los latidos del corazón y ayuda a que los huesos se mantengan fuertes. También ayuda a modular los niveles de glucosa en la sangre. Y participa en la producción de energía y formación de proteínas.

Potasio:

Nutrimento inorgánico considerado como electrolito que puede ayudar a mantener un balance de agua adecuado. Por otro lado, ayuda a que los músculos trabajen correctamente y contribuye a reducir la presión arterial y, con ello, el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Zinc:

Mineral cuya función principal es mantener nuestro sistema de defensa funcionando adecuadamente, lo que permite combatir virus y bacterias causantes de enfermedades. Además de su delicioso sabor ¿conocías todo lo que hay en un vaso de leche?


Fuentes:

El Libro Blanco de la Leche y los Productos Lácteos. Primera edición. Mexico. Cámara Nacional de Industriales de la Leche CANILEC, 2011. National Institute of Health. Disponible en: https://nccih.nih.gov/health/vitamins

Aumentar la ingesta de potasio para reducir la tensión arterial y el riesgo de enfermedades cardiovasculares en adultos. Disponible en: http://www.who.int/elena/titles/potassium_cvd_adults/es/

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